La meva Mitja

Este proyecto consta de 21 fotografías en color de 70x45 cm y un libro de 21,5x21,5cm de 90 páginas con las 71 fotografías que integran todo el proyecto. Edición limitada de 22 ejemplares en tapa dura numerados y firmados por el autor. Se ha expuesto en Granollers, La Garriga, Olot y Lliçà d'Amunt.

About This Project

“Yo no cumplo años, yo cumplo ilusiones”. Esta frase se la oí hace unos meses a un conocido cantautor y, en cierto modo, resume la idea que estaba buscando para afrontar este proyecto fotográfico.

Hace dos años me propusieron que diera mi versión fotográfica de la Mitja Marató de Granollers / les Franqueses / la Garriga. Desde 2009 la organización de la mítica carrera vallesana incorporaba, dentro del sinfín de actividades paralelas, una exposición donde un fotógrafo invitado mostraba la Mitja desde su punto de vista. Y es así como llego a este punto en que he de plantearme cómo veo la Mitja. Una carrera que había ido varias veces a ver y, de paso, ha disparar alguna fotografía por el mero placer de ver a los corredores durante el éxtasis del esfuerzo. Mi acercamiento a la carrera siempre fue como mero espectador, eso si, con la cámara pero sin una intención clara de hacer fotografías con un fin concreto. Sólo iba a mirar.

La Mitja 2011, pude vivirla desde dentro al disponer de un pase de prensa y realmente fue una gran experiencia. Ver esta maquinaría perfectamente engrasada, donde participan tantas personas para que sea realidad y con el objetivo de que no falle nada, hizo que también me dedicara a mirar, pero esta vez empapándome de lo que yo llamaría “el espíritu de la Mitja”. Un espíritu que ves en todas y cada una las personas que están en el recorrido con botellas de agua; en las que están pendientes de asistir a los corredores con problemas médicos; en las que, situadas en la llegada, preguntan por el estado de cada corredor; en las que están distribuyendo fruta, agua y caldo calentito; en las que cuidan de que todos los aspectos técnicos funcionen; en las que entregan y recogen el chip; las que se quedan dentro del pabellón vigilando las bolsas de los corredores, y el resto de voluntarios que hacen de “su Mitja” la Mitja de todos.

Tengo varios amigos que corren, no solo la Mitja, si no que dedican una parte importante de su tiempo a mantenerse en forma a través de ese acto tan natural de poner un pie delante del otro, a un ritmo constante y sincronizado con la respiración y el latido del corazón, que llamamos CORRER.

He de reconocer que yo no soy de correr. Supongo que me falta fuerza de voluntad o tal vez todavía no he sido capaz de sentir ese punto de placer que todos los corredores aseguran que se experimenta cuando el cuerpo y el cerebro se sincronizan perfectamente mientras corres. Lo siento, pero yo no se que es eso del placer de correr. Pero de lo que si disfruto asiduamente es del placer de andar y es ahí donde se inicia este proyecto en que voy a cumplir la ilusión de hacer, andando, mi “Mitja Marató” mientras intento captar con la cámara una parte del paisaje, el aire, la luz, la personalidad, y la esencia de un recorrido, ya mítico, que realizan cada año más de 12.000 personas…, ¡CORRIENDO!

Cuando uno realiza la Mitja corriendo y en grupo, no te puede detener. De eso se trata, de hacerla sin parar. Pero cuando uno hace la Mitja andando y en solitario, el recorrido adquiere una nueva dimensión. Se pueden hacer algunas paradas aleatorias provocadas por el cansancio o por el descubrimiento de algún detalle en el paisaje que te pide imperiosamente una observación más relajada.

Ese ha sido el leivmotiv de la meva Mitja: descubrir donde puedo sentarme a descansar y/o a observar. Y, ciertamente, he podido experimentar directamente que, durante todo el camino de la carrera, el caminante puede sentarse en todo tipo de elementos, unos elementos que me han permitido descansar y también descubrir y reflexionar sobre el recorrido y la esencia de la Mitja Marató, cumpliendo la ilusión de hacer la Mi Mitja.

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Art, Art Projects